La geografía colombiana a través de la historia: un recorrido por sus principales hitos y figuras destacadas - 1

La geografía es una disciplina que se encarga de estudiar la relación entre el hombre y el medio ambiente, analizando las características de la superficie terrestre, los fenómenos naturales y las actividades humanas que se desarrollan en ella. En Colombia, esta disciplina ha tenido un importante desarrollo a lo largo de la historia, gracias a la labor de geógrafos locales y extranjeros que han contribuido al conocimiento del territorio y a la formación de nuevas generaciones de profesionales en el área.

Además, existen diversas asociaciones científicas y gremiales que fomentan el desarrollo y la defensa de la geografía en el país, así como revistas especializadas que permiten la difusión de investigaciones y estudios en esta área. En este contexto, la geografía se convierte en una herramienta fundamental para el análisis y la comprensión de los problemas sociales, económicos y ambientales de Colombia, contribuyendo al diseño de políticas y estrategias que permitan un desarrollo sostenible y equitativo del país.

Primer ciclo: la época colonial

Durante la época colonial, la geografía colombiana no logró avanzar más allá del primer ciclo, que se caracterizó por las obras de grandes exploradores como Juan de la Cosa, quien en el año 1500 trazó en un mapa el litoral caribe de Colombia. Además, el bachiller Martín Fernández de Enciso publicó en 1519 su obra Summa de geografía, que incluyó descripciones de América junto con las del resto del mundo conocido. También se destaca Juan López de Velasco, cosmógrafo y cronista mayor de Indias, quien escribió la Geografía y descripción universal de las Indias.

Otros nombres como Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, el padre José de Acosta, Bernardo de Vargas Machuca, fray Pedro Simón, Lucas Fernández de Piedrahita y Antonio de Herrera, también aportaron a la producción histórica y geográfica colonial. Sin embargo, todas estas contribuciones compartían el mismo enfoque histórico y descriptivo, sin preocuparse por explicar los hechos observados más allá de la razón divina.

Aunque la geografía colombiana de la época colonial no tuvo grandes avances, estas obras aún son valiosas por su aporte a la exploración y descripción del territorio colombiano y americano.

Segundo cliclo: desde finales de la colonia hasta la independencia

Se sitúa desde finales de la colonia hasta la independencia. Durante este periodo, se produjeron varios hechos que sentaron las bases para el desarrollo de la geografía en el país. Uno de ellos fue la expedición de Fidalgo en el litoral, que consistió en un reconocimiento sistemático de la costa norte de Suramérica, desde Maracaibo hasta el río Chagres en Panamá, con detalladas descripciones geográficas del litoral y el levantamiento de un mapa de excelente calidad para la época.

Alexander von Humboldt también realizó importantes investigaciones sobre la vegetación, el clima, los suelos y otros elementos de los medios naturales de varios países del Neotrópico, entre ellos Colombia, buscando establecer síntesis explicativas de los países naturales. Pero la mayor contribución al desarrollo de las ciencias en la entonces Nueva Granada fue la Expedición Botánica, dirigida por el sabio español José Celestino Mutis. Esta gran empresa científica colonial puso su mayor énfasis en el estudio de los recursos botánicos y de las condiciones de suelo y clima de las plantas, aunque se hicieron también trabajos en mineralogía, zoología, física, química, medicina, antropología y otras ciencias.

La Expedición Botánica formó un excelente grupo de naturalistas criollos, uno de los cuales, el sabio Francisco José de Caldas, descolló por la importancia de sus investigaciones geográficas y por sus aportes en el campo de la medición de coordenadas (latitud, longitud y altitud) y del estudio del clima, por lo cual se le considera como el padre precursor de la geografía colombiana.

Retroceso al primer ciclo

La Comisión Corográfica, creada en 1850 con el objetivo de elaborar un mapa completo de la República de Colombia y estudiar sus provincias. Esta comisión, dirigida por Agustín Codazzi, produjo una gran cantidad de información sobre el país y sus regiones. El texto también menciona a otros importantes contribuyentes a la geografía colombiana, como Francisco Javier Vergara y Velasco y la Sociedad Geográfica de Colombia. Por último, el texto habla de las actividades de la Oficina de Longitudes y Fronteras, que se centró en la producción de mapas a pequeña escala.

De vuelta al segundo ciclo

Dos acontecimientos ocurridos en la década de 1930 que marcarían el desarrollo de la geografía en Colombia en la segunda mitad del siglo XX. El primer acontecimiento fue la creación del Instituto Geográfico y la Escuela Normal Superior, que dieron origen a la actual Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. El Instituto Geográfico fue creado en 1935 como una dependencia del Ministerio de Guerra, con la función primordial de elaborar el mapa militar del país. Su contribución ha sido notable, no sólo por haber trazado la mayor parte de la cartografía del país, sino también por haber formado el catastro nacional, base para determinar el impuesto predial.

La Escuela Normal Superior fue la primera institución de ciencias pedagógicas fundada en el país y en ella se impartieron por primera vez cursos de geografía a nivel universitario, con el objetivo de formar profesores para la enseñanza secundaria. El artículo destaca la contribución del Instituto Geográfico al campo académico, pues auspició la creación de la Facultad de Geografía de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano y el programa de Postgrado en Geografía de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. También menciona que las actividades de investigación geográfica realizadas por el Instituto Geográfico permitieron que la geografía colombiana retomara el camino del análisis de las relaciones explicativas y las síntesis globales que había sido abandonado desde los tiempos de la Expedición Botánica, siglo y medio antes.

Ingreso al tercer ciclo

Las drásticas y rápidas transformaciones sociales y económicas experimentadas por el país desde finales de los años treinta, especialmente durante las décadas de los cincuenta a los setenta, con sus correspondientes cambios en los paisajes rurales y urbanos y sus nuevos problemas y necesidades, desbordaron el estrecho marco explicativo del determinismo geográfico y abrieron el campo al posibilismo, es decir, al análisis de los procesos dinámicos y de las posibilidades de uso o manejo de los recursos naturales y humanos. De esta manera, la geografía colombiana entró en el tercero de los ciclos definidos anteriormente durante la década de los setenta, con algo menos de medio siglo de retraso frente a los países europeos y norteamericanos. Este paso fue inicialmente muy tímido, pero ha venido aumentando en intensidad desde entonces.

Los principales actores de este proceso han sido los ingenieros geógrafos, que desde 1965 trabajan en áreas sistemáticas de la geografía, especialmente la climatología, la hidrología, la geomorfología y los estudios regionales integrados, en el marco de proyectos de ordenación del territorio, reforma agraria, gestión de cuencas hidrográficas y control de inundaciones, conservación y rehabilitación de recursos naturales, control medioambiental y desarrollo regional, entre otros. Además, los campos técnicos tradicionales de la cartografía y el catastro han seguido siendo una fuente de empleo para estos profesionales de la geografía.

La producción geográfica del país correspondiente a esta última etapa ha sido numerosa y variada. Además, otras instituciones nacionales distintas del IGAC se convirtieron en productoras de obras geográficas. Por ejemplo, en 1975, el Instituto de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente (Inderena) publicó el Estudio de la Erosión de los Suelos en Colombia, con un mapa de procesos dinámicos, desarrollado por los geógrafos franceses Claude Lecarpertier, Jack Khobzi, Rémy Oster, y el geógrafo colombiano ingeniero Alfonso Pérez Preciado. Así mismo, el Servicio Colombiano de Hidrología y Meteorología (SCMH), convertido posteriormente en el Instituto Colombiano de Hidrología, Meteorología y Adaptación de Tierras (HIMAT), ha realizado y publicado numerosos trabajos sobre la climatología e hidrología del país, muchos de ellos realizados o con la participación de ingenieros geógrafos. El Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA) institucionalizó un método de diagnóstico geográfico previo a sus intervenciones. Así, podrían citarse otras entidades. Los trabajos del Instituto Geográfico también permiten apreciar el avance de la geografía colombiana dentro del ciclo del posibilismo. Así lo demuestran proyectos orientados a determinar la estructura, dinámica y potencialidades de los ambientes naturales y socioeconómicos del país, como el Proyecto Radargramétrico (1974-79) y el Proyecto Ecodinámico (Ecoandes) de los Andes de Colombia, realizado con la cooperación técnica y económica de los Países Bajos (1978-1985); el Proyecto Regional Integrado del Altiplano cense (1979-1983), ejecutado con la cooperación de la agencia de cooperación francesa ORSTOM (Office de la Recherche Scientifique et Technique Outre-mer); y, en menor medida, los Atlas Regionales del Caribe, Pacífico, Orinoquia-Amazonia y Zona Andina.

Pero quizá la principal característica de esta etapa posibilista ha sido la profesionalización de la geografía a nivel de la práctica privada o independiente. Desde finales de la década de 1970, varios ingenieros geógrafos, solos o asociados con otro tipo de profesionales, han establecido oficinas de consultoría y cartografía, a través de las cuales realizan trabajos aplicados y básicos para empresas oficiales y privadas; y muchos otros trabajan como asesores, consultores o empleados de firmas de ingeniería.

Cuarto y quinto ciclo

Los cuarto y quinto ciclos de la geografía aún no han sido completamente incorporados en la geografía colombiana. Aunque el uso del computador es muy común en el procesamiento de información, el uso de modelos es aún muy limitado, especialmente modelos adecuados a la realidad nacional. Además, el empleo de la geografía en la planificación es prácticamente inexistente debido al uso generalizado de estereotipos por parte de los planificadores, que no lleva a una investigación geográfica de profundidad acorde con los problemas por resolver. Esto lleva a la inadecuación de los planes de desarrollo a la realidad física o socioeconómica de sus áreas de acción, lo que a veces lleva al fracaso o al desbordamiento por parte de la realidad. Sin embargo, el autor espera que a medida que los geógrafos logren vender sus ideas y productos, el ingreso a estos estadios de la geografía será más rápido. Además, el uso de los modernos sistemas de información geográfica y de la cartografía automatizada acelerará este proceso.

La influencia extranjera

La influencia de los geógrafos extranjeros en la geografía colombiana a lo largo de la historia. Durante la época colonial, fueron ellos quienes llevaron a cabo los trabajos sobre el territorio nacional, a excepción de un grupo de patriotas liderados por el naturalista español José Celestino Mutis. En el siglo XIX, el ingeniero militar italiano Agustín Codazzi fue el responsable de la Comisión Corográfica, que tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la geografía colombiana. Además, se mencionan otros nombres importantes como Alfred Hettner, quien realizó estudios sobre la cordillera Central, y el francés Reclus.

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En el siglo XX, la participación de los geógrafos extranjeros en la geografía colombiana fue muy importante, tanto en el campo de sus contribuciones individuales al conocimiento y análisis del país, como en la promoción del desarrollo científico nacional. Se destacan los trabajos de James Parsons, Robert West, Wolfgang Brucher, Rolf Wesehe, Hans Trojer, Claude Lecarpentier, Jack Khobzi, Remy Oster, Jean Claude Thouret, Antoine Cleef y Thomas van der Hammen, entre muchos otros.

Aunque estas contribuciones son valiosas, desafortunadamente, la mayoría de los trabajos escritos por los expertos extranjeros se publican en sus respectivos países y en sus lenguas de origen, lo que hace que sean poco conocidos en Colombia. Sin embargo, se espera que el trabajo de los geógrafos extranjeros en Colombia continúe en el futuro, con la esperanza de que se puedan encontrar formas de difundir y aplicar sus ideas y descubrimientos en el país.

Asociaciones geográficas y medios de expresión

Las asociaciones científicas y gremiales que existen en Colombia para fomentar y defender el desarrollo profesional de la geografía en el país. Se mencionan varias organizaciones, como la Sociedad Colombiana de Ingenieros, la Sociedad Geográfica de Colombia, la Asociación Colombiana de Geógrafos, la Asociación Colombiana de Ingenieros Geógrafos, y la Sociedad Cartográfica de Colombia.

También se mencionan dos asociaciones relacionadas: la Asociación Colombiana de Ciencias Hídricas y la Sociedad Colombiana de Meteorología. Además, se señala que la revista científica más importante sobre geografía en Colombia es Colombia Geográfica, editada por el Instituto Geográfico «Agustín Codazzi», y se mencionan otros boletines publicados por las distintas asociaciones.

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