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Historia de la primera biblioteca pública de Medellín: Descubre sus secretos fundacionales

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Historia de la primera biblioteca pública de Medellín: Descubre sus secretos fundacionales

¿Alguna vez te has preguntado cuál fue la primera biblioteca pública de Medellín y todos los secretos que guarda su fundación? Pues yo sí, y he aquí todo lo que descubrí. No te voy a aburrir con tecnicismos ni con formalidades, así que vamos directo al grano.

El comienzo de una joya cultural

Vamos al año 1874. Medellín no era la ciudad gigante que conocemos hoy. Era más bien un pueblito medio perdido entre montañas. Pero, ¡qué visionarios tenían! Imagínate, crear una biblioteca en esos tiempos, cuando la mayoría de la gente apenas sabía leer y escribir. Es como fundar un Starbucks en Marte, ¿no? Bueno, casi.

El punto es que un puñado de locos apasionados por el conocimiento decidió que Medellín debía tener su propia biblioteca pública. Nada de esas colecciones privadas de ricachones que nadie podía tocar. Una biblioteca de verdad para el pueblo. Y así nació la Biblioteca Pública Piloto.

¿Quiénes fueron esos valientes?

  • Teófilo Patarroyo. Este hombre no sólo era un médico sobresaliente sino también un amante insaciable de los libros.
  • Juan Díaz de Villegas. Un sacerdote que, además de probar cualquier vino de misa, decidió que los libros eran más sabrosos.
  • Francisco de Paula Pérez. Un tipo que, a pesar de su nombre largo y rimbombante, era conocido por su humildad y dedicación al conocimiento.

Estos personajes, entre algunos otros, se cargaron la idea al hombro y se la jugaron todita por crear una bóveda del saber en pleno Medellín. ¿No es una pasada?

¿Dónde estaba ubicada la primera biblioteca?

No creas que la montaron en un pedazo de tierra cualquiera. No, señor. Escogieron un sitio estratégico: la Plaza de Bolívar. Claro, donde si no. En esa época, esa plaza era el corazón de la ciudad, y querían que todo el mundo tuviera acceso fácil. Ahí mismo, en un edificio colonial que, según algunos, tenía más historia que libros.

Primeros libros: Un poquito de todo

Vale, ahora vamos a lo jugoso: ¿qué libros tenían en esas primeras estanterías? Pues lo típico. Unos cuantos de religión (no podía faltar, dado que uno de los fundadores era cura), algunos de historia y, por supuesto, tratados médicos y científicos. Porque, claro, Teófilo no iba a quedarse sin su lectura favorita.

Lo curioso es que, a pesar de la variedad, no tenían tantas novedades literarias. Nada de esas novelas que hacen llorar a tu tía. Era más bien un repertorio serio, como para eruditos. Pero, eso sí, con el paso del tiempo la colección fue creciendo y diversificándose. Ya para finales del siglo XIX, la cosa era más interesante, más variada y, por qué no decirlo, más entretenida.

La Biblioteca Piloto: Renovación y legado

Algo que no puedo dejar de mencionar es que la Biblioteca Piloto no se quedó en ese edificio colonial para siempre. Con el tiempo, cambió de lugar, se adaptó y se modernizó. Hoy día, la encuentras en la carrera 64, con infraestructura moderna y servicios que ni te imaginas. Hasta programas de inclusión digital. ¡Sí, en serio! ¡Imagínate!, de esos primeros libros religiosos a la era digital. Mucho ha cambiado, y para bien.

Cambiar de lugar fue probablemente una de las mejores decisiones que tomaron. No sólo por el espacio sino por la accesibilidad. Medellín estaba creciendo, y la biblioteca no podía quedarse anclada en el pasado. Tenía que evolucionar, ¿no crees?

Lo que dejaron atrás

Lo que sí me da un poco de lástima es que, en esos primeros años, tal vez se dejó de lado un poco la cultura popular. Claro, tenían que empezar por algún lado, pero me hubiera gustado ver más poesía local, más historias de la gente de Medellín. Sin embargo, eso empezó a cambiar con el tiempo.

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Hoy día, la biblioteca no sólo es un centro de conocimiento sino también un punto de encuentro cultural. Talleres, exposiciones, charlas… La biblioteca se ha convertido en algo vivo, en un lugar que respira y se adapta a la ciudad y sus habitantes.

La Biblioteca Pública Piloto hoy

Y ya para ir cerrando este paseo histórico, no puedo dejar de hablar de lo que es la biblioteca hoy. Si no has ido, ¿qué estás esperando? Es un lugar fascinante donde puedes perderte entre libros, pero también entre personas. Gente de todas las edades y profesiones, todos compartiendo un mismo amor por el conocimiento.

Además, tienen un archivo fotográfico que es una verdadera joya. No es solo libros, es la memoria visual de Medellín. Y aunque suene cursi, es algo que cualquier amante de la historia disfrutaría muchísimo. No te cuento más porque quiero que lo descubras por ti mismo.

En fin, la Biblioteca Pública Piloto es un lugar que nos recuerda que Medellín siempre ha sido una ciudad de visionarios, de gente que se adelanta a su tiempo. Si quieres conocer más de su historia, no andes por ahí leyendo cualquier cosa, ve y visítala. Te va a encantar, y quién sabe, puede que hasta te inspire.

Resumen Rápido

  • Nació en 1874 gracias a un grupo de visionarios.
  • Estaba ubicada en la Plaza de Bolívar.
  • Sus primeros libros eran en su mayoría de temas religiosos, históricos y científicos.
  • Luego cambió de lugar para adaptarse al crecimiento de la ciudad.
  • Hoy día, es un centro cultural con una oferta muy diversa y un archivo fotográfico impresionante.
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