La historia de la independencia de Cartagena: Descubre el legado heroico

¿Sabías que Cartagena de Indias fue una de las primeras ciudades en Sudamérica en gritar ¡libertad! durante el proceso de independencia? Así es, más valentía y coraje no se puede pedir. Lo de Cartagena fue algo así como un “hagámoslo o no se hace nada”. Y vaya que lo hicieron.

El Convite de Getsemaní

El proceso de independencia en Cartagena empezó de una manera bastante peculiar, en serio: con una fiesta. Sí, leíste bien, una fiesta. En 1810, en el barrio de Getsemaní, se organizó el famoso «Convite de Getsemaní», donde un montón de cartageneros se reunieron a discutir cómo librar a su ciudad de los españoles. Imagínate una fiesta en la que, en lugar de bailar y tomar, la gente estaba formando pasos decisivos para la independencia.

No era solo juntarse para pelear por pelear, había toda una estrategia detrás. Los cartageneros no eran cualquier cosa, eran gente con determinación y, ¡claro!, un poco de cerveza seguro que ayudó a mover las ideas.

El Grito de Independencia

Y bueno, la cosa se puso seria el 11 de noviembre de 1811. Ahí fue cuando Cartagena dijo «hasta aquí llegamos» y proclamó su independencia del yugo español. ¿Qué significó eso? Pues un desafío total. En ese momento, decirle a España que te vas era como decirle a una mafia que ya no pagarás más protección. Peligroso y osado.

Hubo, por supuesto, resistencias. No todos estaban contentos con lo que pasaba. ¿Sabías que había dos bandos? Los independentistas, conocidos como «patriotas», y los realistas, que querían seguir siendo parte del Imperio español. Fue una época de tensión, muchos roces, y, claro, un conflicto interno que parecía no acabar.

El Asedio de Morillo

Ahora, hablando de momentos tensos, ¿quién puede olvidar el asedio de Morillo? Ese fue un episodio negro, tufísimo. Morillo, al mando del ejército español, sitió la ciudad en 1815. Los cartageneros aguantaron de todo: hambre, enfermedad, falta de municiones. Fue una especie de resistencia heroica, digna de esas grandes historias que nos cuentan los abuelos.

La cosa fue tan grave que los cartageneros tuvieron que comerse hasta los cueros de los tamboriles. Así, literal. No hubo tregua ni descanso, pero la dignidad y el ardor de lucha de la ciudad nunca se apagaron. Cosa impresionante, la verdad.

Un Legado Heroico

Entonces, ¿qué quedó de todo esto? Un legado heroico, ni más ni menos. Cartagena no solo fue crucial para la independencia de Colombia sino que sirvió de inspiración para muchas otras ciudades y pueblos. El arrojo de sus habitantes delineó la resistencia colombiana en esos tiempos difíciles.

Hoy en día, la ciudad celebra con orgullo su legado. Caminas por sus calles y casi puedes sentir el peso de la historia en cada esquina. Monumentos, plazas, todos esos sitios te cuentan y te recuerdan que ahí hubo gente que no le tuvo miedo a levantarse y luchar por su libertad.

En fin, Cartagena es más que playas y turismo. Es heroísmo en estado puro, una muestra de que con agarre y determinación se pueden lograr cosas grandes, incluso enfrentando a todo un imperio.

Resumen Rápido

• Cartagena fue una de las primeras ciudades en Sudamérica en declararse independiente.
• El proceso empezó en el Convite de Getsemaní, una especie de fiesta-discusión revolucionaria.
• El 11 de noviembre de 1811, Cartagena proclamó su independencia del Imperio español.
• Morillo sitió la ciudad en 1815, causando hambre y enfermedad, pero la resistencia se mantuvo firme.
• El legado de Cartagena es de heroísmo, inspiración y lucha por la libertad.

Vamos a ver, puede que esto no sea para todos, depende de lo que busques o cualquier otra cosa, pero si quieres entender la esencia de la independencia colombiana, Cartagena es el lugar para empezar.