Las playas de la costa pacífica en el Chocó: Descubre paraísos ocultos que debes visitar

¿Sabías que hay lugares en Colombia donde la selva prácticamente se sumerge en el océano? Sí, estamos hablando del Chocó, ese pedazo de costa pacífica que parece sacado de un cuento de aventuras, pero sin dragones (que yo sepa). Vamos a meternos en este tema para que la próxima vez que pienses en playa no se te vayan los ojos solo al Caribe. Aquí hay sorpresas y maravillas escondidas que te juro que valen cada segundo de viaje.

Playa El Almejal, Bahía Solano

Primero, déjame contarte sobre El Almejal. Este lugar tiene una vibra distinta que no encuentras en cualquier lado. Imagina una playa rodeada de selva, palmeras y el sonido constante del mar rompiendo contra la orilla. Es genial si te late eso de desconectar de la ciudad y conectar con la naturaleza.

• Lo bueno: La playa es hermosa y tranquila, perfecta para relajarte.
• Lo malo: Los servicios turísticos a veces dejan que desear. No esperes un resort cinco estrellas.

¿La mejor parte? Si tienes suerte, podrías ver ballenas jorobadas. Sí, es algo espectacular. Aunque nunca faltan las gotas amargas: llueve bastante (yo hasta perdí la cuenta). Así que si odias mojarte o te pones quisquilloso con un aguacero, piénsatelo dos veces.

Nuquí y sus tesoros

Luego está Nuquí, que definitivamente debería estar en tu lista. Aquí la aventura y la naturaleza van de la mano. Es como si cada rincón tuviera algo mágico, un secreto que revelarte. La selva, el mar, las aves exóticas, todo crea un combo que casi parece un sueño.

Playa Guachalito

Entre esas maravillas está Guachalito. Esta playa es simplemente espectacular. Imagínate caminando por la arena negra mientras las palmeras se mezclan con la bruma de la mañana. Es uno de esos lugares que no puedes simplemente describir; tienes que vivirlo.

• Lo bueno: En Guachalito puedes hacer de todo un poco: surf, buceo, caminatas por la selva.
• Lo malo: A veces los mosquitos pueden ser un dolor en el cuello. Repelente en mano, amigo.

Termales de Nuquí

Punta adicional si llegas hasta los Termales de Nuquí. ¿Alguien dijo jacuzzi natural en medio de la selva? Pues algo así. El agua caliente brota como una bendición después de un día de aventuras. Pero ojo, no esperes instalaciones super modernas; aquí todo es más rústico.

La Ensenada de Utría

Otro lugar que me marcó fue La Ensenada de Utría. Es un parque natural que tiene de todo: manglares, playas, hasta un pequeño acuario natural donde bucear es como meterse en un documental de NatGeo. Aquí también se pueden ver ballenas, y es más, tienes una vista privilegiada.

• Lo bueno: Perfecto para amantes del ecoturismo.
• Lo malo: Llegar puede ser una odisea. Prepárate para una logística complicada.

Hay una vibra muy especial en Utría, algo que sientes apenas pones pie ahí. La biodiversidad es impresionante, pero, no nos engañemos, la conectividad es complicada. Literalmente estás en medio de la nada, así que no esperes WiFi todas las noches.

Jóvenes y Riesgo: Capurganá

Finalmente llegamos a Capurganá. Sí, si solo piensas en la fiesta, olvídalo. Este lugar tiene un equilibrio entre lo salvaje y lo turístico. Es una mezcla rara, pero que funciona. Aquí puedes pasar de un trekking en la selva a una noche de rumba sin mayores complicaciones.

• Lo bueno: Variedad de actividades, desde buceo hasta caminatas por la selva.
• Lo malo: En temporada alta puede estar muy lleno. Demasiada gente por todos lados.

Lo bueno es que hay opciones para todos los gustos. Si vas en busca de tranquilidad, lo encuentras. Si quieres fiesta, también. Aunque te advierto, hay que tener paciencia con la cantidad de turistas que a veces inundan el lugar. Nada arruina más un viaje que demasiada gente por todos lados, ¿o no?

Resumen Rápido

• El Almejal: Playa tranquila, buena para desconectar, pero con servicios limitados.
• Guachalito en Nuquí: Surf y buceo en una playa de arena negra, pero prepárate con repelente.
• Termales de Nuquí: Jacuzzis naturales en medio de la selva, aunque rústicos.
• Ensenada de Utría: Biodiversidad increíble, pero llegar es un reto logístico.
• Capurganá: Actividades variadas y vida nocturna, pero lleno en temporada alta.

En pocas palabras, la costa pacífica del Chocó es una joya oculta con muchos matices. Ya tú decides si te lanzas a la aventura o no.