Descubre los Paisajes Montañosos de Boyacá: Aventuras y Belleza Natural

¿Alguna vez has escuchado hablar de Boyacá y sus paisajes montañosos? ¡Sí, exacto! Ese lugar mágico que parece salido de un libro de cuentos. Pero claro, uno no se imagina todo lo que puede encontrarse entre esas montañas llenas de misterio y aventuras. Entonces, ¿por qué no te das una escapada y lo descubres por ti mismo? No te promete decepcionar. Y si eres de los que necesita un empujoncito extra para aventurarse, aquí vamos a ver por qué Boyacá te puede dejar con la boca abierta.

Tierra de Montañas y Páramos

Primero lo primero, este departamento tiene paisajes que van desde valles verdes hasta páramos alucinantes. Porque sí, Colombia no es solo costa y selva, gente. Aquí en Boyacá, los páramos como el de Ocetá son la estrella del show. Imagínate caminando en un lugar donde las nubes se funden con el suelo y, literalmente, respiras aire puro. Pero ojo, hay que ir abrigado porque estos lugares están fríos, cualquiera se puede pelar de frío si no se prepara.

Villa de Leyva: Historia y Montañas

Metámonos un poco en el tema histórico. ¿Nunca has oído de Villa de Leyva? Pues es un pueblo colonial, famoso y muy hablado. Sus calles empedradas y casas blancas parecen congeladas en el tiempo. Pero lo mejor, todo esto está rodeado de montañas. Es como si la naturaleza y la historia se hubieran aliado para hacer un lugar perfecto. He oído decir a muchos que te sientes como en un set de película. ¿Y sabes qué? Tienen toda la razón.

• ✔️ Plaza Mayor: la plaza empedrada más grande de Colombia.
• ✔️ Pozos Azules: Unos lagos que parecen sacados de un sueño.
• ✔️ Desierto de la Candelaria: Paisaje inesperado lleno de cáctus y terracota.

Lago de Tota: Una Joya en Boyacá

Ah, y no puedo dejar subir al Lago de Tota. Este laguito no solo es grande (el más grande del país) sino que está a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Exactamente, arriba en las montañas. Me imagino a alguien empacando para playa y montaña al mismo tiempo, yendo a este lugar. A veces hace un viento helado que te hace reconsiderar las decisiones de la vida, pero otras veces el lago se ve tan tranquilo que parece un espejo. Y hablando de eso, tiene unas playas de arena blanca – Playa Blanca, para más detalles.

Me he encontrado gente haciendo camping, kayak y hasta buceo, aunque, para ser sincero, lo del buceo me parece tan loco como bañarse en un congelador. Pero bueno, cada quien con sus locuras.

El Cocuy: Para Ir de Aventuras en Serio

Paso a otro nivel, el Parque Nacional Natural El Cocuy. Aquí no vas a encontrar a un turista con una cámara; esto es para los que realmente buscan emociones fuertes. Montañas nevadas, glaciares, y una caminata que te pondrá a prueba. No es broma. Este lugar es para los preparados de verdad. Hay una cosa llamada Ritacuba Blanco, es la montaña más alta del parque y, se dice, ofrece unas vistas que te dejan sin aliento. Pero, claro, literal y metafóricamente, porque subir hasta ahí, bueno… ya sabes lo del mal de altura.

Para que te hagas una idea, la temperatura promedio ronda los cero grados. Y ni hablar de las noches, que son un verdadero freezer. Pero la adrenalina y los paisajes lo valen. Asegúrate de ir con un guía porque hay zonas que no se enlazan con el camino principal y puedes acabarte dando vueltas en círculos en la nada.

Comida Boyacense: Porque Hay que Recargar Energías

Después de tanto explorar, es lógico que necesitas comer. Y aquí es donde la cocina boyacense da la talla. No es una cocina de delicadezas, más bien de platos llenadores como la arepa boyacense o la changua. Te digo algo, me encanta la changua con huevo y almojábana, por más básico que suene. Esto es cocina casera, de esa que te entibia el alma en un día frío. Y me imagino que después de una caminata o un paseo en el Lago de Tota, nada mejor que un sancocho humeante o unas papas sabaneras.

Además, el guaqueño (trucha ahumada) es algo que no te puedes perder si decides darte una pasada por Paipa o por cualquier restaurante típico. Aunque claro, hay que tener un estómago grande para tanta comida pesada.

En Resumen:

• Tierra de montañas y páramos alucinantes.
• Villa de Leyva: Historia y turismo todo en uno.
• Lago de Tota: Una playa en las alturas.
• El Cocuy: Aventuras solo para los valientes.
• Comida boyacense: Platos que calientan el alma.

Así que ahí lo tienes. Boyacá es lo que es: un combo completo de paisajes que parecen sacados de otro mundo y comida reconfortante. Pero hey, esto es solo mi humilde opinión. ¿Qué dices tú?