¿Cuántas veces te has encontrado con un lugar que te sorprende por completo? Pues hace poco yo tuve esa suerte en Pereira, Colombia. Me habían hablado de muchas cosas: del café, del paisaje cultural, pero nadie mencionó una joyita que me dejó sin palabras: Pimpollo.
Pimpollo Pereira Colombia cerca de ti:
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¿Quién diría que el pollo podría ser tan especial?
Mi primer contacto con Pimpollo fue casi por accidente. En serio, no había ninguna intención turística de por medio. Paseaba sin rumbo fijo como uno suele hacer cuando deja que el viento decida la dirección. En fin, que terminé frente a este sitio. No parecía mucho por fuera: un letrero modesto y un aroma a comida que podría haber sido cualquier cosa… Pero vaya si me equivoqué.
El ambiente cálido y familiar
Uno entra y siente de inmediato esa vibra de casa de abuela colombiana. La decoración es una mezcla entre lo tradicional y lo kitsch, con esos detalles que, de una forma u otra, te hacen sonreír. Hay una calidez en el ambiente que te invita a quedarte, como si fueras parte de una gran familia que no conocías.
Pollo: el rey del menú
Al sentarme y echarle un vistazo al menú, me vi absolutamente impresionado. Mucho más que solo pollo frito. Había opciones para todos los gustos y preferencias. Pero no te equivoques: si vienes aquí, es para entrarle al pollo en sus múltiples formas.
Probé el pollo asado y puedo decirte que es una experiencia casi mística. No me malinterpretes, no soy de esos que exageran con la comida, pero este pollo, ¿cómo decirlo sin sonar melodramático? Era como si cada pieza fuera una sinfonía de sabores. Jugoso por dentro, con una piel crujiente que cantaba al romperse bajo los dientes. Fue un momento de epifanía.
Las salsas: el acompañamiento perfecto
Aquí no se andan con rodeos. Las salsas son tan variadas como sorprendentes. Desde una mostaza dulce con un toque de miel que acaricia el paladar, hasta una salsa picante capaz de hacer bailar hasta al más sombrío. Y no te olvides de la guacamole. No sé cómo lo hacen, pero parece que tienen un trato especial con los dioses del aguacate.
¿Alguna vez has tenido esa sensación de que una simple comida te abraza desde dentro? Pues eso. Exactamente eso.
Más allá del pollo: ¿Qué hay de los acompañamientos?
Claro, el pollo es el protagonista, pero ¿qué sería de un buen héroe sin sus fieles acompañantes? Los acompañamientos en Pimpollo son dignos de una ovación. Papas deliciosamente doradas, ensaladas frescas que equilibran los sabores y esas croquetas de yuca que simplemente te hacen cuestionar por qué no todos los sitios las tienen.
Sé que hablo mucho del sabor, pero hay otro factor a tener en cuenta: las porciones. Aquí no escatiman. A veces, creerás que te serviste por dos, pero en realidad, todo está pensado para que termines pidiendo un cafecito al final.
Servicio amigable y auténtico
Aquí no es solo la comida, sino cómo te la sirven. El personal es tan auténtico como la misma comida. Personas que hacen que te sientas en casa, que te cuentan las historias detrás de cada plato, las anécdotas del lugar y, si tienes suerte, hasta el chisme del día.
Reflexión final: Una experiencia completa
Visitar Pimpollo en Pereira no es solo una parada más en tu itinerario. Es una experiencia completa que nutre todos tus sentidos. Desde el aroma que te recibe al entrar hasta el último sorbo de la bebida que acompaña tu comida. Es un viaje que vale la pena emprender.
Así que, si alguna vez pasas por Pereira, no te pierdas la oportunidad de visitar este lugar. A veces, las joyas escondidas son las que brindan los mejores recuerdos.
Tu primera vez en Pimpollo: Esto es lo que debes esperar
¿Se necesita reservar para cenar en Pimpollo?
No, generalmente no es necesario, pero si planeas ir en grupo grande, es mejor llamar con antelación para asegurarte de que tienen mesas disponibles.
¿Cuál es el mejor momento para visitar Pimpollo?
Se llena rápidamente durante las horas pico de almuerzo y cena. Si quieres evitar la multitud, visita entre las 3 y las 5 de la tarde. Solo mi consejo, haz lo que quieras.
¿Hay opciones vegetarianas?
Aunque se especializan en pollo, Pimpollo ofrece algunas opciones vegetarianas bastante aceptables. No obtendrás el plato principal, pero oye, las ensaladas y acompañamientos son excepcionales.