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Clima

¿Qué fue lo que pasó con el vendaval del lunes en Atlántico? Esto es lo que el Ideam tiene para decir

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¿Qué fue lo que pasó con el vendaval del lunes en Atlántico? Esto es lo que el Ideam tiene para decir - 1

Bueno, a ver, lo del lunes 16 de septiembre estuvo bastante heavy. Si vives en Barranquilla o en algún municipio del Atlántico, seguramente sentiste el caos por el vendaval que arrasó con todo. Caos es la palabra correcta, porque entre los árboles caídos, los techos que volaron y la electricidad que se fue en un montón de sectores, fue un desastre total. Y por si fuera poco, un hombre falleció electrocutado al manipular unos cables que cayeron durante la tormenta. O sea, una tragedia completa.

El caos que dejó el vendaval

Lo que pasó fue esto: en más de 50 sectores de la ciudad la cosa estuvo complicada. Hubo árboles caídos, daños en redes eléctricas y voladuras de techos por todos lados. Y claro, no es para menos. Las cifras son bastante duras: según la Oficina de Gestión del Riesgo, 152 casas destechadas, 145 árboles al suelo (siete de ellos gigantes que afectaron la movilidad), y seis postes caídos que dejaron varias zonas incomunicadas. Ah, y eso sin contar que la noche del lunes fue básicamente una carrera contrarreloj para intentar controlar los daños.

La movilidad en Barranquilla y su área metropolitana estuvo en la inmunda, por decirlo de alguna forma, y municipios como Polonuevo y Tubará quedaron incomunicados por un buen rato. Lo peor es que esto no fue solo un problema de Barranquilla; varios municipios del Atlántico también la pasaron mal con este vendaval. En serio, todo estaba hecho un desastre.


¿Qué fue lo que causó todo este despelote?

Ahora, seguro te preguntas: ¿por qué ocurrió todo esto? Bueno, según Leidy Rodríguez, que es meteoróloga del Ideam (ellos saben de estas cosas), el vendaval se debió al paso de una onda tropical. Es decir, una de esas cosas que traen lluvias fuertes y vientos bien bravos, justo lo que vimos el lunes.

“Estas lluvias están relacionadas con el tránsito de una onda tropical que estuvo cerca del territorio nacional en la noche y la madrugada, generando condiciones adversas por lluvias persistentes”, dijo Leidy. Y como si fuera poco, septiembre es un mes en el que climatológicamente hablando, la probabilidad de ciclones y ondas tropicales aumenta. Así que no te sorprendas si vuelve a pasar.

En fin, que estamos en una temporada complicada en cuanto a clima se refiere. O sea, esto es como cuando estás esperando que algo malo pase, pero no sabes exactamente cuándo ni cómo. Solo sabes que puede volver a ocurrir.


El drama no fue solo en Barranquilla

Y ojo, que esto no solo afectó a Barranquilla y al Atlántico. La cosa también se puso fea en La Guajira, Cesar, Bolívar, Sucre y Córdoba. Todos estos departamentos también se vieron golpeados por las lluvias persistentes, y todo gracias a esta famosa onda tropical que estuvo paseándose por la región.

Lo que pasa es que este tipo de fenómenos no son cosa rara en esta época del año. Ya lo dijo el Ideam: septiembre es un mes en el que estas ondas tropicales tienen la mala costumbre de pasar más seguido de lo que nos gustaría. Así que si piensas que el vendaval del lunes fue algo excepcional, no te hagas ilusiones. Puede volver a suceder.

Y, claro, cuando ocurren estas cosas, el Ideam tiene que salir a dar recomendaciones. Básicamente, lo de siempre: busca refugio seguro, no te pongas bajo los árboles ni cerca de estructuras metálicas altas. ¿Por qué? Porque estos elementos pueden transmitir descargas eléctricas. Lo típico que nadie hace hasta que ya es tarde.


Recomendación del Ideam: “Evite cualquier actividad deportiva en áreas abiertas, especialmente en momentos de tempestad. Asegure y revise el estado de los tejados, de las estructuras elevadas, que puedan colapsar en un momento dado.”


¿Qué tanto influyeron las altas temperaturas?

Otra cosa que nos aclararon desde el Ideam es que el calor de ese día jugó un papel importante. ¿Te acuerdas de que hacía un calor insoportable? Pues bien, esas temperaturas, que llegaron a los 33°C, tuvieron mucho que ver con la intensidad del fenómeno. El calor en el día dejó todo listo para que, en la noche, el vendaval fuera más fuerte de lo que podría haber sido en otras condiciones.

Así que no solo fue la onda tropical, también la temperatura alta fue parte del cóctel. Es como si el clima hubiera decidido que ya era suficiente de soportar calor y que era hora de desatar el caos. Y vaya que lo hizo.

¿Y qué nos espera ahora?

Bueno, la cosa no termina ahí. Según el pronóstico del Ideam para el martes 17 de septiembre, se esperan condiciones nubosas y algunas lluvias dispersas en ciertos municipios del Atlántico. Nada tan grave como lo del lunes, o al menos eso dicen. Pero, claro, sigue habiendo posibilidades de que caigan lluvias más tarde en la tarde o en la noche. Así que, ya sabes, no guardes el paraguas tan rápido.

Lo que dijeron es que las lluvias de este martes probablemente no serán tan intensas ni persistentes como las del día anterior. Algo es algo, ¿no? Pero, igual, hay que estar pendientes, porque ya vimos lo rápido que las cosas se pueden poner feas. Yo no sé tú, pero después de lo del lunes, no me confiaría tanto en eso de «no será tan grave».


¿Y las autoridades qué están haciendo?

Por el lado de la Alcaldía de Barranquilla, el alcalde Alejandro Char estuvo reportando en su cuenta de X (sí, la red social que antes era Twitter) las labores que se estaban llevando a cabo para atender la emergencia. Según él, se trabajó toda la noche junto con el equipo de la Alcaldía, las empresas de servicios públicos y los organismos de socorro para identificar y atender las afectaciones en las cinco localidades de la ciudad.

“Hemos estado trabajando exhaustivamente toda la noche con el equipo de la Alcaldía, empresas de prestación de servicios públicos y organismos de socorro de la ciudad para identificar y atender afectaciones en las 5 localidades, como caídas de árboles y postes, daños en redes eléctricas y voladuras de techos”, afirmó el alcalde.

Sí, suena a que estuvieron movidos, pero ¿suficiente? Pues depende. La cosa es que, aunque han estado haciendo lo que pueden, la magnitud del daño es tal que no es algo que se vaya a arreglar en un par de días. Vamos, que entre los árboles caídos, los postes dañados y las casas destechadas, hay bastante trabajo por delante.


Equipos de emergencia, al rescate (literalmente)

Y claro, como siempre, los equipos de emergencia tuvieron que salir al ruedo. Los bomberos, auxiliares de tránsito y otros organismos de socorro se desplegaron por toda la ciudad para responder a los llamados y atender las emergencias que surgieron durante y después del vendaval. No es que la ciudad colapsara por completo, pero estuvo cerca. La cosa es que cuando tienes 145 árboles caídos y seis postes en el suelo, es obvio que el tráfico y los servicios se van a ver afectados. Y bastante.

A ver, lo bueno es que al menos se están tomando en serio la respuesta a la emergencia. Pero también es cierto que siempre pasa lo mismo: hasta que no estamos en medio del desastre, no parece que haya una verdadera preparación para algo de esta magnitud. Y luego, claro, todo es correr y apagar incendios, literalmente y en sentido figurado.


El clima no da tregua, ¿ahora qué?

En resumen, el vendaval del lunes fue una prueba más de que el clima cada vez es más impredecible y nos pilla mal parados. La onda tropical que pasó por aquí dejó un desastre y demostró que, aunque ya deberíamos estar acostumbrados a estos fenómenos, siempre terminamos reaccionando en vez de prevenir. Lo de las recomendaciones del Ideam está bien, pero seamos honestos, no siempre hacemos caso. Ojalá me equivoque, pero probablemente veremos algo similar en las próximas semanas.

En fin, si bien las autoridades y los equipos de emergencia están haciendo lo que pueden, el daño ya está hecho. Y mientras sigamos enfrentándonos a estos fenómenos sin estar realmente preparados, seguiremos viendo cómo el caos se repite una y otra vez. Porque, al final del día, todo depende de lo que venga y de cómo reaccionemos. Pero, no nos engañemos, no estamos del todo listos para lo que el clima tiene guardado para nosotros.

Y ahora, ¿qué sigue?

A ver, lo del lunes nos dejó claro que el clima no está para bromas, pero lo peor es que lo del vendaval no fue un evento aislado. Ya sabemos que septiembre es un mes de locura en cuanto al clima por esta zona. O sea, estamos hablando de que es temporada de ondas tropicales, ciclones y demás fenómenos que nadie quiere ver cerca de su casa. ¿Qué significa eso? Pues, que este no será el último susto que nos llevaremos este año.

El Ideam ya advirtió que hay una probabilidad alta de que sigamos viendo este tipo de fenómenos en lo que queda del mes. Así que, si pensabas que después del lunes podrías relajarte, lo siento, pero no. Tal vez no tengamos un vendaval igual, pero no sería nada raro que las lluvias fuertes vuelvan a aparecer.


Pero, ¿cómo se supone que nos preparamos para esto?

Aquí viene lo curioso. Las recomendaciones del Ideam suenan bien, pero son las mismas de siempre. Que si «busca un refugio seguro», que si «no te pongas debajo de un árbol», o «alejate de estructuras metálicas altas». Vamos, lo típico. Pero seamos sinceros, ¿quién sigue esas recomendaciones al pie de la letra? Cuando cae la tormenta, a la gente lo último que se le ocurre es alejarse de un poste o revisar si el techo de su casa está bien asegurado. Todos corremos a lo primero que encontramos y esperamos que no pase nada. Y luego, claro, nos llevamos la sorpresa.

Además, el consejo de «asegura tu techo» me parece casi un chiste. O sea, ¿quién se va a poner a asegurar el techo justo cuando está por caer un vendaval? No, lo que pasa es que la mayoría de nosotros no revisamos nada hasta que el desastre ya está en la puerta. Y ahí es cuando vienen las quejas, cuando el techo se vuela o los cables caen.


Lo del calor, ¡qué calor!

Hablemos del calor un momento. Porque, vamos, 33°C no es cualquier cosa. Y resulta que esas temperaturas altas, las que ya estamos acostumbrados a sufrir por aquí, fueron parte de lo que hizo que el vendaval fuera tan fuerte. Claro, el calor durante el día acumuló tanta energía que por la noche, cuando llegó la tormenta, todo explotó. Así lo explicó el Ideam, y tiene sentido si te pones a pensarlo. Pero lo que no tiene sentido es que esto se repita y sigamos haciendo como si nada.

Lo que me raya es que cada año es lo mismo: el calor sube, las tormentas empeoran, y siempre parece que nos pilla por sorpresa. Vamos, como si el cambio climático fuera una teoría loca en lugar de algo que nos está afectando directamente. Porque, no nos engañemos, estas olas de calor seguidas de vendavales cada vez más potentes no son normales. Pero, bueno, a ver quién toma cartas en el asunto. Mientras tanto, nosotros seguimos sudando en el día y esperando que por la noche no se nos caiga el techo encima.


Lo que nos espera a corto plazo

El pronóstico para los próximos días es una incógnita. Según el Ideam, lo más probable es que las lluvias sigan, pero con menor intensidad. Eso sí, dijeron que no nos confiemos, porque siempre puede haber sorpresas. Y, como ya hemos visto, las sorpresas climáticas no suelen ser agradables. Así que, mejor tener a la mano todo lo necesario para estar preparados, aunque sea un poco.

Lo que está claro es que no podemos relajarnos. Porque, si algo nos ha enseñado este vendaval, es que lo que parece ser una simple tormenta puede convertirse en un verdadero desastre en cuestión de minutos. Y mientras el Ideam nos siga diciendo que hay ondas tropicales rondando por ahí, yo, por lo menos, no pienso dejar el paraguas en casa ni un solo día.

¿Qué está haciendo la Alcaldía realmente?

Te soy sincero, el alcalde Alejandro Char y su equipo parecen estar poniendo todo de su parte para lidiar con el caos. Al menos eso es lo que se ve en su cuenta de X, donde ha estado reportando todo lo que están haciendo para tratar de arreglar el desastre que dejó el vendaval. Que si trabajando toda la noche, que si los equipos de socorro y las empresas de servicios públicos están a tope. Pero, ¿suficiente? Pues, ahí está el dilema.

Claro, es fácil decir que se está haciendo todo lo posible, pero cuando tienes más de 150 casas sin techo, árboles caídos bloqueando calles y seis postes en el suelo, no sé qué tanto «todo lo posible» sea suficiente. En situaciones como esta, no es solo cuestión de echarle ganas, sino de tener una infraestructura que responda rápido. Y no estoy tan seguro de que estemos ahí.

La realidad es que, aunque los bomberos, el tránsito y todos esos equipos de emergencia se desplegaron rápidamente, el caos sigue. Y la pregunta es, ¿qué va a pasar cuando esto se repita? Porque, como ya dijimos, este no es un caso aislado. No es la primera vez y definitivamente no será la última. ¿Estamos preparados? Lo dudo.


Entonces, ¿qué hacemos?

A ver, lo que está claro es que el clima no nos va a dar tregua. Las ondas tropicales están ahí y van a seguir viniendo, eso no lo podemos cambiar. Lo que sí podemos hacer es tomar en serio esas recomendaciones que todos ignoramos hasta que ya es demasiado tarde. Revisar nuestros techos antes de que se vuelen, alejarnos de los postes cuando cae una tormenta y todas esas cosas que suenan a obviedades pero que siempre olvidamos en el momento de la verdad.

Pero, ¿sabes qué? Esto va más allá de estar preparado para una tormenta. Estamos hablando de un patrón que cada vez se repite con más frecuencia. Y si no hacemos algo pronto, vamos a seguir viviendo en un ciclo de destrucción y reparación sin fin. Es como tapar un hueco solo para que se abra otro.

Lo del cambio climático no es un cuento, y está afectando directamente la manera en que vivimos. No podemos seguir esperando a que todo colapse para reaccionar. Porque, aunque hoy fue un vendaval y algunos techos destrozados, ¿quién sabe qué viene mañana?


No hay conclusión, solo expectativas

Al final, no hay una solución mágica. Depende de lo que queramos hacer y de cuánto estemos dispuestos a adaptarnos a esta nueva realidad climática. Porque el clima no va a esperar por nosotros. Si no tomamos en serio estas señales, como lo que ocurrió en Barranquilla el lunes, vamos a seguir sufriendo las consecuencias.

Así que, lo que pase después de este vendaval es cuestión de tiempo. Si aprendemos algo de todo esto o seguimos reaccionando en vez de prevenir, es decisión nuestra. Pero, no nos engañemos, el clima no va a ponerse más fácil. Y la próxima vez, puede que la cosa no sea tan «suave» como un par de techos volados.

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