Ella es Yorleana Mosquera, la mujer más pequeña de Colombia y posiblemente del mundo

Imagínate esto: una chica que mide solo 58 centímetros. Sí, lo leíste bien. ¿Te imaginas ser tan pequeña? Pues, Yorleana Mosquera no solo lo imagina, lo vive. Y lo mejor (o lo peor, según cómo lo mires) es que está a punto de quitarle el puesto a la actual récord Guinness, Jyoti Amge, quien mide unos 62,8 centímetros. O sea, Yorleana, si todo sale como se espera, será oficialmente la mujer más pequeña del mundo. Ahí es nada.

Pero, vamos por partes, ¿quién es Yorleana? Bueno, ella tiene 20 años y vive en Tadó, Chocó. Sí, ese lugar en Colombia que seguro muchos ni siquiera saben que existe. Pero ahí está, con su familia, tratando de sobrevivir en un entorno que no es precisamente fácil. Y, claro, no es solo su tamaño lo que hace que la cosa sea difícil. Resulta que, además de ser la mujer más pequeña de Colombia, Yorleana vive en condiciones bastante precarias. Hablamos de pobreza, de carencias médicas, y de una vida que, por decirlo de manera suave, no ha sido amable con ella.

58 centímetros y contando

A ver, ser pequeño no es tan raro, ¿no? Pero estamos hablando de un tamaño extremo. ¡58 centímetros! Para ponerlo en perspectiva: es menos que la longitud promedio de un bebé recién nacido. Es decir, mientras tú y yo vamos creciendo, ella se quedó ahí, como congelada en el tiempo. Y lo peor es que, hasta el momento, nadie sabe exactamente por qué. No hay un diagnóstico médico claro que explique su condición. Es como si los médicos estuvieran rascándose la cabeza y diciendo «pues no sé».

Lo más curioso es que Yorleana no es del todo conocida, y no es porque no quiera serlo. Es que vive en un lugar donde nadie la ve. Tadó, Chocó, no es precisamente una ciudad muy transitada, por lo que hasta hace poco, la mayoría no tenía idea de que existía alguien como ella.

La fama a través de las redes

Pero aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Resulta que, como muchos hoy en día, Yorleana decidió darle una oportunidad a las redes sociales. Y oye, no le ha ido nada mal. Subiendo videos, sobre todo bailando, ha empezado a ganar seguidores. Porque claro, no solo mide 58 centímetros, sino que además se mueve con gracia, lo cual, admitámoslo, ya es un combo interesante. Y bueno, ¿quién no se va a interesar en alguien con una historia tan particular?

A través de esos videos, Yorleana ha logrado robarse la atención y, poco a poco, el corazón de muchas personas. Porque al final del día, ¿quién no quiere ver a alguien que, a pesar de todo lo difícil que la vida le ha puesto por delante, sigue adelante? Eso es lo que la gente adora. Pero ojo, esto no es una historia de cuento de hadas, ni mucho menos.

Vida dura, muy dura

Porque sí, su vida está lejos de ser fácil. Y no solo por su tamaño. Según contó en una entrevista, Yorleana y su familia viven en condiciones bastante complicadas. De hecho, hablamos de una vida de escasos recursos, en la que muchas veces han tenido que pasar por momentos muy difíciles. Imagínate tener que enfrentar todos los desafíos que implica ser tan pequeña, pero además hacerlo en medio de la pobreza. Es como un doble golpe.

Su mamá, Rosa, lo contó en un programa de televisión. Dijo que, aunque han pasado 20 años, nunca han tenido una explicación médica clara de por qué Yorleana es así. Además, a pesar de todos los esfuerzos, la familia no ha podido darle la atención médica que realmente necesita. Porque, claro, la plata no les alcanza, y en Colombia, si no tienes dinero, el acceso a la salud es, digámoslo así, complicado.

Depender de otros

Yorleana, por su condición, depende mucho de los demás. No puede hacer muchas cosas por sí sola, lo que hace que su día a día sea aún más desafiante. Es como si siempre necesitara ayuda para las cosas más simples, algo que la mayoría de nosotros damos por sentado. Pero a pesar de todo, la familia trata de que viva una vida lo más normal posible. Aunque, siendo realistas, eso no es precisamente fácil. Porque, a ver, por mucho que intenten, sigue siendo una joven que, muchas veces, parece un bebé. Literalmente.

Su madre reveló que, a pesar de todo el tiempo que ha pasado, aún no tienen un diagnóstico. Y mientras tanto, la vida sigue, y las necesidades no se detienen. Pero lo que más esperan es que, con este reconocimiento, su vida pueda cambiar para mejor. Porque, no nos engañemos, si se convierte en la mujer más pequeña del mundo, eso podría traerle una oportunidad para mejorar su calidad de vida. Y vamos, que claramente lo necesita.

Entonces, ¿qué pasa ahora?

Lo que pasa es que Yorleana está en una especie de limbo. Por un lado, tiene la posibilidad de convertirse en una figura pública de renombre mundial. Porque sí, ser la mujer más pequeña del mundo no es poca cosa. Pero por otro lado, sigue enfrentándose a una vida llena de dificultades, y no está claro si el reconocimiento internacional será suficiente para sacarla de ahí.